El economista Francisco Rodríguez, se refirió este jueves al reciente indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) publicado JP Morgan Chase, en el que Venezuela aparece liderando la lista de países con mayor riesgo de inversión.
En ese sentido, el economista explicó que el indicador de JP Morgan no es el más preciso para medir el nivel de seguridad de inversión en Venezuela debido al contexto político que se mantiene en el país.
“El índice de JP Morgan está basado en probabilidad de impago de la deuda pública externa venezolana y de otros países. Pero hay que recordar que Venezuela está en condición de default desde 2017, no ha podido reestructurar su deuda y ha tenido otra serie de problemas, que incluye también el tema de las sanciones (…) Aún si Venezuela pudiera llegar a un acuerdo con sus acreedores, no podría implementarse porque en Estados Unidos ese acuerdo lo tiene que suscribir la representación oficial del gobierno venezolano, que sería en este caso, para Estados Unidos, la representación de Juan Guaidó” sostuvo.
“Lo que plantea este indicador es que la probabilidad de pago de esa deuda es muy baja, por lo tanto, tiene un nivel altísimo comparado a otros países de América Latina (…) este indicador se usa es diferentes países para medir los riesgos de inversión en general, pero en el caso venezolano, por haber una diferencia tan grande, este no sería el indicador más preciso”, añadió.
Por otra parte, Rodríguez aseguró que hay elementos dentro de la economía venezolana que indican que hay oportunidades de negocio rentables.
“En Venezuela hay distintos mercados de inversión y distintas posibilidades. La economía venezolana en este momento está creciendo debido a los precios del petróleo, el aumento de la producción petrolera, las remesas y el proceso de liberalización de políticas económicas (…) Todos esos elementos indican que hay oportunidades de negocio rentables, hay mercador que se están expandiendo”, destacó.
“Sigue siendo un país riesgoso por muchísimas razones, incluido el propio marco regulatorio y la inestabilidad de los derechos de propiedad”, dijo.
El economista también se refirió a la producción petrolera actual, e indicó que aunque podrá sostenerse en tiempo, el país no podrá recuperar el nivel que tenía antes del colapso.
“Estos niveles de producción petrolera si son sostenibles y probablemente siga habiendo un incremento. Asimismo, el fenómeno de remesas que también podrá extenderse a un largo plazo (…) Probablemente tengamos un crecimiento económico, pero no será ni remotamente parecido a lo que era la economía venezolana antes del colapso”, puntualizó.