El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, acotó sobre la apertura de la frontera colombo-venezolana que esta es «una nueva historia en las relaciones» entre ambos países que tiene enormes desafíos para Venezuela, «en medio de una economía que ha sufrido una fuerte caída en la producción y en el consumo».
Sostuvo que es necesario moderar las expectativas en cuanto a las ventajas competitivas y de consumo que se irán presentando, «producto de la apertura comercial, que si bien no serán inmediatas, llegarán de la mano del libre mercado y del libre tránsito».
Enfatizó que aún hay varios puntos por definir, comenzando, por ejemplo, «por el marco regulatorio». «No podemos cerrarnos al comercio internacional tampoco podemos abrirnos irresponsablemente. El libre comercio implica normas, tiempo y respeto a las condiciones de cada quien», añadió.
Dijo que el impacto binacional «va a tardar en sentirse porque es apenas la reanudación. Nos gustaría que fuera el camino que se tomara, la reinserción de Venezuela en la Comunidad Andina de Naciones (CAN)».
Señaló que «ya no somos la economía de US$300.000 millones y el PIB por habitante ya no es el mismo» y aseveró que Venezuela «no tiene la capacidad importadora que tenía en los años en que se cerró la frontera, está muy mermada».
«Esperamos un abordaje integral, no sólo comercial, con fortalecimiento institucional y consular, planes amplios de integración, políticas que potencien y estimulen las alianzas económicas entre ambos países», resaltó.