El Departamento de Transporte emitió la Orden 2019-5-5, que prohibió todos los vuelos comerciales y de carga entre Venezuela y Estados Unidos. Esta medida fue tomada en medio de una creciente tensión diplomática y política entre ambas naciones. Desde entonces, ningún avión proveniente de Venezuela ha aterrizado en suelo estadounidense, ni viceversa.
La Orden 2019-5-5 del DoT ha sido objeto de debate y controversia desde su implementación. Mientras que algunos argumentan que la medida es necesaria debido a preocupaciones de seguridad y derechos humanos en Venezuela, otros la consideran una acción desproporcionada que afecta negativamente a los ciudadanos y la economía del país sudamericano.
La desconexión total por aire entre Venezuela y Estados Unidos ha tenido consecuencias significativas. Los viajeros que antes utilizaban los vuelos directos entre ambos países ahora se ven obligados a buscar rutas alternativas, lo que ha incrementado los costos y la duración de los viajes. Además, las empresas de transporte aéreo han sufrido pérdidas económicas debido a la cancelación de rutas y la disminución de la demanda.
La Orden 2019-5-5 también ha tenido un impacto en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos. Los canales de comunicación directa se han visto interrumpidos, lo que dificulta el diálogo y la negociación entre los dos países. Las sanciones y las medidas restrictivas adicionales han contribuido a un deterioro general de las relaciones bilaterales.