El Banco Central de Venezuela (BCV) estaría evaluando un cambio en la aplicación de la estrategia de intervención cambiaria para realizar más operaciones semanales, con el propósito de regular con más precisión la oferta de divisas en el mercado cambiario, en función de enfrentar con más eficiencia los movimientos alcistas del valor del dólar.
Según indicaron fuentes financieras a Banca y Negocios, este lunes 22 de agosto el BCV colocó un monto bajo en la Banca, extraoficialmente estimado en 20% del promedio semanal. En las tres semanas anteriores las ventas fueron de 90 millones de dólares por operación.
Con el ajuste de la estrategia, la autoridad monetaria espera que la inyección de oferta responda con más sentido de oportunidad a la dinámica de un mercado que tiene constantes presiones alcistas.
En concreto, el tipo de cambio paralelo cerró este lunes contenido, con un descenso de 0,14% para ubicarse en 6,94 bolívares por unidad, pero el tipo de cambio oficial subió 1% al cierre para ubicarse en 6,2416 bolívares por dólar.
Con este resultado, la brecha entre ambos tipos de cambio se ubica en 11,22%, una situación que preocupa a las autoridades monetarias porque estimula a tasar las transacciones al tipo de cambio paralelo.
En redes sociales aparecieron informaciones, según las cuales la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde) comenzó a realizar operativos en Caracas y otras capitales del país, con el fin de asegurar que los precios del comercio se siguieran referenciando a la cotización del dólar oficial, reportado por el BCV.
De acuerdo con la data publicada por el Banco Central de Venezuela, la liquidez monetaria escaló 5,14% en la última semana reportada al cierre del 12 de agosto, y llegó a 9.051,8 millones de bolívares, con un crecimiento acumulado de 11,97% en lo que va del segundo semestre, mientras que en los dos últimos meses de la primera parte del año el aumento fue de apenas 3,03%.
Esta aceleración de la emisión de dinero circulante se debe al pago de compromisos laborales y de deudas a proveedores, ya que el gobierno recibió presión en las calles para cancelar bonos pendientes al sector educativo y a otros trabajadores del sector público.