Construcción de hospitales, escuelas, autopistas y demás obras de gran envergadura en Venezuela quedaron en el pasado.
Hoy los trabajos no representan ni siquiera el 2% de lo que se solía hacer hace ocho años, pues el sector construcción vino decayendo con el pasar del tiempo, hasta el punto que hoy sólo hay trabajos mínimos como embellecimiento de lugares públicos o remodelaciones de infraestructuras.
Este es uno de los sectores que no ha podido levantarse con facilidad, en comparación con los demás.
Enrique Madureri, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, explicó que durante los primeros seis meses del año no se ha visto recuperación alguna, precisa que sólo se ven ventas de elementos de construcción o algunas restauraciones de infraestructuras que ya estaban construidas.
“Nos diferenciamos de otros sectores de la economía que han rebotado más que todo por la liberación de restricciones en el caso de permitir depósito en divisas, pero esto no es así en el ámbito de la construcción. En los últimos años, esa situación junto a la pandemia del covid-19 casi terminaron de matar esta actividad”, dice.
Coincidiendo con Pedro Peña, presidente del Sindicato de la Construcción del estado Lara, quien explicó que antes de la pandemia ya el sector estaba muy golpeado; sin embargo, con la llegada se agravó aún más. “Sólo el sector privado está trabajando con remodelaciones en Barquisimeto en obras viejas. No hay nuevas”, dice explicando que estas no generan mayor impacto en el sector y mucho menos fortalecen el empleo.
Peña precisó que el sector público tampoco genera construcciones. “Antes se hacía con la Misión Vivienda, pero tampoco se están haciendo construcciones de urbanismos o residencias que mayormente se podían reflejar en el municipio Palavecino”, dice.
Ronald Arias, presidente de la Cámara de Construcción en Lara, explicó que en la entidad los trabajos que se están haciendo no representan ni siquiera un 10% de la capacidad y detalló que algunas de las razones son que no hay créditos ni financiamiento bancario, tampoco poder adquisitivo, adicional a las sanciones que no permiten importar para impulsar la producción.
Agregó que el principal generador de construcciones es el sector público. “Vemos que no se hacen escuelas, hospitales”, dice Arias, al precisar que si bien es cierto que desde la Alcaldía de Iribarren están con proyectos de un hospital en Pavia y el Mercado San Juan, no son obras públicas para salir de la paralización que ronda más del 90%.
Explicó que sólo se está trabajando con un mercado secundario, es decir, que hay casas y apartamentos en oferta y la gente prefiere adquirirlas así y hacer pocas remodelaciones que tener que construir desde cero. “Eso de que Venezuela se arregló no es así porque no se está invirtiendo en el sector construcción, el cual es uno de los que no se ha podido recuperar en los últimos años”, dijo.
“Esperemos que de manera progresiva sí se pueda lograr, hay que fortalecer el sector y generar confianza”, dijo Arias, señalando que el estado Lara no sólo se trata de Iribarren y Palavecino que es donde se ve el mercado secundario, pues en otros municipios no hay reportes de un avance o trabajos de envergadura.
Afectados
Pedro Peña, del Sindicato de la Construcción, dijo que estos trabajos no generan mayor empleo. “Porque las empresas privadas que vienen tienen a sus propios empleados”, por lo que en algunos casos sólo son contratos por cierto tiempo.
Con propuestas para el sector
Enrique Madureri, presidente de la Cámara de la Construcción en Venezuela, informó que desde la organización tienen una propuesta para el sector cuando ocurra un cambio, enfocado en el tema de los servicios públicos.
“Queremos que cuando ocurra, bien sea con asociaciones públicas o privadas o con un incremento en el precio del barril de petróleo, se hagan las inversiones correspondientes y no se vayan en el gasto público”. Sin embargo, advirtió que en caso de una reactivación del sector, la capacidad de la fabricación de materiales en Venezuela sería insuficiente.
Explicó que los insumos que hay, según los niveles de producción de acero y cemento alcanzan para cubrir el porcentaje de construcciones menores y remodelaciones que se están haciendo en el país, pero es una acción que también deben trabajar para que el sector pueda crecer, de lo contrario sería cuesta arriba por falta de materia prima.