La construcción de nuevas edificaciones residenciales y los créditos hipotecarios en la banca siguen paralizados en Venezuela. Sin embargo, el sector inmobiliario alcanzó un nuevo dinamismo con la venta en dólares de algunas casas y apartamentos en las ciudades más grandes del país y, en especial, con los alquileres.
— ¿Puede hablarse de un crecimiento en el sector inmobiliario venezolano?
— Hasta el año 2018 cayeron los precios de los inmuebles en todo el país. Luego empezamos a ver un crecimiento discreto de 5 % en 2019 y crecimos otro 9 % para 2020.
Nosotros esperamos terminar con un crecimiento por encima de 20 % al final de este año. Tuvimos un crecimiento entre 10 % y 15 % durante el primer semestre, pero todo depende de cómo vengan los próximos meses. Ahora lo que sí podemos decir es que la caída de los precios de los inmuebles se detuvo.
— ¿Cómo van las ventas en el mercado secundario en este 2021?
— Estamos viendo mucho movimiento de ventas de casas y apartamentos, sobre todo, en las grandes ciudades. Te hablo de Caracas, Valencia, Barquisimeto y San Cristóbal, mientras que el mercado en Maracaibo está muy deprimido.
Un corredor afiliado a la Cámara llevaba 198 apartamentos vendidos en Charallave durante el primer semestre y esto muestra que sí hay ventas. El problema es que no logramos tener toda la información. 61 % de las operaciones que se hicieron en el registro de Barquisimeto no pasaron por agentes inmobiliarios.
— ¿Qué elementos son diferenciales hoy en una propiedad? ¿Por ejemplo el servicio de agua?
— En una misma urbanización puedes tener dos edificios que tienen condiciones muy diferentes. Esto pasa porque no todo el mundo va a la misma velocidad y hay algunos edificios que todavía tienen cuotas de condominio muy bajas, que no permiten hacer reparaciones en los ascensores o montar una planta (eléctrica), porque eso no es barato. Pero hay muchas personas que ya lo entendieron y que comenzaron a hacer los ajustes para que su propiedad también recupere valor.
— ¿Qué explica este nuevo panorama en el sector inmobiliario aun cuando no hay créditos hipotecarios?
— El efecto de la dolarización cambió la expectativa. El venezolano quiere una recuperación económica. En algún punto de la crisis, el venezolano empezó a ver su propiedad y a pensar en cómo levantar su patrimonio. Así es que vimos que los alquileres en Valencia que en un momento estaban en 1.000 dólares llegaron a los 200 dólares. Ahora están en un promedio de 500 dólares y eso supone un crecimiento de más de 200 %.
— ¿Los alquileres son el punto fuerte del sector inmobiliario en este momento?
— Hay un dinamismo importante en alquileres. La gente sí está teniendo para pagar. Lo que nosotros pensamos es que si hay gente dispuesta a pagar esos alquileres, entonces pudieran pagar una cuota (mensual) del banco y lo que queremos es que regresen los créditos hipotecarios. Si se reactivan los créditos, veremos que los precios subirán en el mercado secundario.
— Las ofertas de alquileres que se ven en Internet son con varios meses por adelantado, incluso un año. ¿Este es el nuevo estándar en el mercado venezolano?
— Hay propietarios que sí piden un año por adelantado, otros solo algunos meses. Esto pasa porque el dueño necesita alquilar y está dispuesto a asumir unos riesgos, porque para sacar a un inquilino cuesta muchísimo. Los contratos privados que se hacen, por ejemplo, no pueden hacerse legalmente en dólares y por eso, en la Cámara hemos pedido que se revise la legislación.
— ¿Qué cambios legislativos cree que pudieran ayudar a la recuperación del mercado inmobiliario?
— Desde el gremio, hemos pedido cambiar la Ley de Arrendamiento y la de Estafas Inmobiliarias. Tarde o temprano vamos a lograr que cambien la ley porque, por ejemplo, hoy está taxativamente prohibido firmar en dólares, a pesar que se desmontó el control de cambio.
Estas leyes no establecen causales claros para sacar a un inquilino. Si se cambian estas leyes, mucha gente que tiene un apartamentico lo va a sacar para alquilar.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Francisco López, es optimista sobre la recuperación del sector en el mediano plazo. Aunque el gremio tiene claro que el crecimiento completo no puede alcanzarse sin reactivar la construcción de nuevas edificaciones, volver a abrir la compuerta de los créditos hipotecarios promovidos desde la banca nacional y recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores.
